Hacia el siglo XVII se sabía que ciertos compuestos de plata se enegrecían al exponerlos al sol, pero se ignoraba si era el calor o la luz la causa del oscurecimiento.
Jihann Heinri Schulze, profesor de anatomía de la Universidad de altdorf en Alemania, descubrió que la luz causaba el proceso de ennegrecimiento. En 1725, cuando trabajaba en un soleado laboratorio sobre un método para obtener fósforo, descubrió por accidente que el compuesto que usaba en un matraz adquiría en el lado iluminado por el sol una coloración púrpura negruzca. Schulze abandonó su experimento sobre el fósforo e investigó el fenómeno. Recortó varias palabras de una hoja de papel y la colocó al rededor del matraz. Situó este cerca del calor de una llama pero no se produjo ningún cambio de color. Cuando colocó el recipiente al sol durante largo tiempo y luego quitó el papel, las palabras aparecieron en el matraz tal como habían sido cortadas, "fotografiadas" por el nitrato de plata oscurecido.
Schulze tardó algún tiempo en comprender que era la pequeña cantidad de plata de compuesto original lo que había causado el cambio. Sus hallazgos constituyeron la base de posteriores investigaciones sobre sustancias sensibles a la luz.